lunes, 15 de noviembre de 2010

Nuestro estado de Morelos parte importante del Bicentenario y Centenario de México





Estado de Morelos
Por defender las tierras de Villa de Ayala y Anenecuilco fue consignado al servicio de armas, el que fuera futuro caudillo de la Revolución Agrarista, Emiliano Zapata, siendo llevado a Cuernavaca para engrosar la leva; quedó en el 9º Regimiento de guarnición en esta plaza, de donde salió, a los seis meses, debido a las gestiones de don Ignacio de la Torre y Mier, dueño de la hacienda de Tenextepango con la ayuda en Cuernavaca, del señor don Juan Cerezo. El estado de Morelos llegó a producir, 16,635 kilogramos de azúcar por kilómetro cuadrado de plantación de caña.
Las fiestas del Primer Centenario (1910) de la iniciación de la Independencia, marcaron el apogeo del régimen Porfirista; se celebra también la reelección del general Díaz. Desde septiembre se comenzó a sentir el malestar por varias manifestaciones que hubo en la Ciudad de México y por activos trabajos del Partido Anti reeleccionista. Los sucesos de Puebla y el Plan de San Luis, encendieron la chispa revolucionaria.
El estado de Morelos estaba perfectamente preparado; la imposición del coronel Escandón, su pésimo gobierno y los despojos de tierras durante su gestión, hicieron que los descontentos aumentaran.
Hacia fines de 1910, don Pablo Torres Burgos, vecino de Anenecuilco, celebró varias entrevistas con la Junta Revolucionaria de San Antonio, Texas, y regresó a Morelos provisto de amplios poderes para organizar, como jefe, la revolución del sur. En 1911 Cuautla se vio asediada por las fuerzas rebeldes, desde mediados de abril.
El sitio formal y los primeros combates dieron principio el día 13 de mayo. Estaba defendida por 300 hombres del 5º Regimiento al mando del Coronel don Eutiquio Munguía, teniendo como subjefe al de igual graduación don Francisco Rivera Mutio y 30 rurales del estado, a las órdenes del Mayor don Gil Villegas.
El día 18 de mayo el coronel Munguía abandonó la plaza al frente de sus tropas. Los atacantes estaban comandados por el general Zapata. Ya en este tiempo, se le consideraba como jefe de la Revolución Morelense.
El cadáver de Emiliano Zapata, exhibido en Cuautla, Morelos.





Morelos en la Revolución Mexicana*

En el siguiente apartado pretendo dar a conocer el impacto que la
Revolución Mexicana originó al estado de Morelos y no sólo esto, sino
la intención de los zapatistas de convertir sus ideales en una realidad
no sólo para ellos sino para todo el país teniendo como estandarte el
Plan de Ayala.
Para principio del siglo XX Morelos ofrecía una
población frágil, siendo en su mayoría una población de campesinos y
otros jornaleros (asalariados que ganaban la vida en las haciendas). El
estado desempeñaba un papel muy importante dentro de la economía del
país al poseer una de las tierras más fértiles para la siembra de
productos como; fríjol, chile, maíz, arroz y caña. La industria
Azucarera fue una de las actividades que más remuneraba capital a los
empresarios morelenses y con ellos se llevaron a cabo los primeros
procesos de modernización a través de la instalación de redes
telegráficas, redes ferroviarias y modernización industrial en las
haciendas. un proceso típico del modernismo económico y muy visible en
Morelos fue el despojo de tierras a campesinos y pequeños rancheros de
le región. Y claro es, que dentro de la visión de Aleksandr Vasílievich
Chayánov y su libro Economía campesina afirma que para el
funcionamiento económico familiar, está en primera instancia el trabajo
familiar y sobre todo la posesión del modo de producción, en este caso
la tierra. Sin un modo de producción los campesinos morelenses se
convirtieron automáticamente en asalariados, y más aun a expensas de un
salario que no cubre los principios económicos de la familia. Poco a
poco los hacendados y hombres acaudalados se fuero apropiando de la
tierra y para 1909 poseían el 77% por ciento de la tierra, 3% estaba en
manos de ranchero y el 20% en pequeña propiedad y propiedad comunal.
La tradición revolucionaria estaba presente en el estado de Morelos y
más aun durante en proceso de elección a la presidencia de Patricio
Leyva cuya figura estaba cargada de un fuerte simbolismo durante el
proceso político conocido dentro de la historiografía mexicana como
República Restaurada. El proceso presidencial de 1909 en Morelos
acercaba y aceleraba la posibilidad de un cambio en las políticas
sociales en el estado, Patricio Leyva fue sucedido por el fraude
electoral en el que se reconoce a Pablo Escandón como el nuevo
presidente. La reacción se dejo sentir inmediatamente con la
concentración de 15 000 leyvitas en Cuautla, lugar que simbólicamente
representa escenas históricas del liberalismo republicano. En este
encuentro pasivo afloraron los agravios sufridos por parte de los
hacendados, y pasó seguido, se formaron grupos de justicia contra la
injusticia: En Ayala se formó el club Melchor Ocampo, encabezado por
Refugio Yañez, el maestro Pablo Torres Burgos y Luciano Cabrera. Y
Anenecuilco se adhirió al mismo club, la cual estuvo integrada por
Francisco Franco, Eduviges Sánchez, Rafael Merino, Emiliano Zapata y
Teodoro Placencia, ambos integraban la Junta Defensora de Tierras de
Anenecuilco. Este último grupo de Anenecuilco tiene lazos familiares y
antecedentes históricos de parientes revolucionarios.
Ante el
triunfo de Pablo Escandón -con la cual se rompía la obligación de
ocupar el cargo un natural de la región- los hacendados dieron rienda
suelta a sus proyectos de expansión, Escandón se muestra favorable en
la desamortización de las tierras comunales. Durante los primeros meses
de gobierno -que van de julio a agosto- se promulgan decretos que
desfavorecen la propiedad comunal, así de una plumada se pretendía
borrar mediante un tramite administrativo siglos de historia (la
legislación colonial y un siglo de constitucionalismo). Lo más grave
fue que la ley no contemplara la posibilidad de defensa de los títulos
comunales, el fundo pasaba a desamortizarse y registrarse en propiedad
individual. Para fines de 1909 sólo 8 hacendados poseían el 77% de la
tierra morelense.
La lucha por el rescate de los suyo empezaba,
es necesario decir que los hombres que hablaban por el pueblo en
defensa de sus tierras luchaban basándose en la legalidad y no
empleando la violencia en está primera instancia. El acercamiento de la
temporada de lluvias obligó a los comisionados a escribir lo que sería
su última carta al presidente Porfirio Díaz, éste puso interés en ella,
ya que entre los 22 firmante se hallaba Tomás Garcia compañero de
combates, pero no tuvo mucha resonancia, las actividades
revolucionarias tomaron inicio.
Las actividades revolucionarias de
Emiliano Zapata Salazar, se inician aproximadamente en 1909 (antes que
Madero), cuando armado y cansado del mal trato que sufrían los
morelenses por parte de poderosos hacendados, se armó de valor y con
unos 80 hombres armados dieron un golpe en contra La Hacienda del
Hospital, recuperando las tierras para repartirlas entre los
campesinos. El llamado de “Reforma, libertad, justicia y ley” será la
nueva búsqueda de los zapatistas, y es en marzo de 1911 cuando los
vecinos de Ayala y posteriormente los demás municipios se adhieren a la
revolución maderista, dando así un movimiento radical al movimiento
revolucionario en Morelos. El Plan de San Luis era un anhelo de siglos
de opresión que exigía el sufragio libre y la restitución de la tierra
a los pueblos, estas promesas dieron un fuerte impulso a la revolución
ya que después de largos años de letargo los campesinos empezaban a
defender su sustento de vida: la tierra.
El Plan de San Luis
tenía como intención derrocar el gobierno de Díaz, todo desde un punto
de vista económico, como estrategia se empleo el bloqueo de las
principales líneas ferroviarias, importantes en el desarrollo económico
de la capital, dicho proyecto fue un fracaso. Los primeros jefes de la
revolución tuvieron que desplegarse ante el avance del ejercito de
Díaz, por momento se creyó en la victoria, pero esto fue mentira, ya
que lo que ocasionó fue la retirada de los jefes hacia zonas rurales lo
que originó su contacto con gente rural que externo su apoyo en la
lucha. El movimiento zapatista no fue la excepción e imprimió un gran
impulso a la revolución, tal y como lo harán también los villistas.
Madero era un hombre basado en el derecho y bajo ninguna causa asumió
la emergencia de atender el problema de las tierras en el estado de
Morelos, Zapata lo visita hasta la Ciudad de México para entrevistarse
con él, sin resultados positivos y rompe con Madero ante el
incumplimiento de su promesa.
El cuartelazo del 9 de de febrero
de 1913 en la Cd. De México en el que mueren asesinado Francisco I.
Madero y José María Pino Suárez, hicieron que el General Emiliano
Zapata tomara sus precauciones. Una vez que Victoriano Huerta toma el
poder, Zapata y sus hombres desconocerán “El nuevo gobierno”,
originando así las escenas más tristes en Morelos una guerra a muerte
entre carrancistas y zapatistas. La lucha armada empezaba una vez más
para los hijos de Morelos, Juvencio Robles había llegado y con él una
oleada de violencia sin precedentes en la historia morelense, el
radicalismo de Robles lo llevaron a autoproclamase gobernador del
estado de Morelos al destituir a Benito Tajonar. La reacción de
Emiliano Zapata ante las barbaries de Robles lo lleva a dar un par de
cuartelazos en Jonacatepec y algunos esporádicos en Cuernavaca. El 12
de julio de 1914 Victoriano Huerta renunció a la presidencia e
iniciaron las negociaciones de deponer al ejercito, a Zapata lo que le
interesa era dialogar con los constitucionalistas para la aprobación
del Plan de Ayala, el objetivo de Zapata era claro poner en vigencia el
Plan de Ayala que respaldaba su lucha. Para el 13 de agosto de 1914 el
ejército federal se rindió ante el general Álvaro Obregón y se acordó
la disolución del ejército mediante los tratados de Teoloyucan.
Zapata y su Plan de Ayala
“…la corrupción y la poca actitud para la vida libre de la República,
provienen de las desigualdades que allí se hallan;
y cuando uno quiere restablecer la igualdad,
es necesario tomar grandísimos medios,
medios extraordinarios que pocos
hombres saben o pueden emplear.”
Maquiavelo.
El
general Emiliano Zapata nunca renuncia al Plan de Ayala, su contenido
era lo suficiente importante y simbólico para los morelenses, era
“Tierra y Libertad”. Para 1915 Zapata envía a Gildardo Magaña para
conferenciar con Francisco Villa y de éste encuentro surgió la
invitación para la convención de Aguascalientes, Zapata acepto con dos
condiciones: a) que la convención suscribiera los principios del Plan
de Ayala y b) que se marginara a Carranza del naciente gobierno. La
convención aceptó algunos artículos del Plan de Ayala, este primer paso
es de gran importancia y es aquí cuando el ideario zapatista empieza a
tomar fuerza. Las batallas desatadas en el Norte del País entre Villa y
Obregón y entre villistas y carrancista, permitieron a los zapatistas
tomar las riendas del gobierno, Zapata traslado la convención para
Morelos. Primero se designo a Genoveva de la O como gobernador
provisional y posteriormente por voto secreto eligieron a Lorenzo
Vázquez, posteriormente dieron representación a las principales
oficinas del gobierno y restablecieron las autoridades de los pueblos.
La principal tarea fue el deslinde de tierras a cargo de Manuel Palafox
quien asumían el cargo de secretario de Agricultura del gobierno de la
Convención, para esta tarea de deslinde llegaron a Morelos los jóvenes
ingenieros (o “ingenieritos” como Zapata les decía) entre los que
estaban: Antonio Díaz Soto y Gama, Marte R. Gómez, quienes formarían
las comisiones Agrarias del Sur para el deslinde de tierras de los
estados de Morelos, México, Distrito Federal y Puebla.
Los
ingenieros tenían que respetar la opinión de los ancianos y los planos
virreinales, la restitución de mapas y la recuperación de tierras a los
más de cien pueblos llevaron algunos meses. Se cumplió lo especificado
en la reunión llevada a cabo entre los representantes de los municipios
el 23 de junio de 1915, Emiliano Zapata represento a San Miguel
Anenecuilco, así mismo hubo representantes de Yautepec y Ticuman, para
proceder al deslinde y señalamiento de ejidos, el 2 de julio firmaron
los representantes de cada entidad de conformidad. Así cada pueblo
determinó sus linderos junto a la forma de cómo explotar y trabajar sus
recursos. Entre tanto el poderoso Manuel Palafox asumió el control de
la tierra no repartida a los pueblos e inicia el proceso de
expropiación de los ingenios, pero sólo cuatro de ellos estaban en
condiciones de reanudar labores: Zacatepec, El Hospital, Atlihuayán y
Temixco. Las actividades de los zapatistas fueron muy atinadas y con
una aceptación temporal, por ejemplo Palafox funda bancos cuya moneda
tuvo una excelente circulación debido a su alto valor en plata. También
se fundan escuelas agrícolas, agroindustrias, y una fábrica nacional de
herramientas para el campo. El zapatismo empezaba a tener un gobierno
que veía cambios en la concepción política social y económica, Morelos
en la vida material llevaba una revuelta pacifica, la clase hacendada
había desaparecido y se había visto en Morelos un territorio autónomo,
el sustento económico y alimenticio eran beneficiarios para la
comunidad, los mercados bien aprovisionados de: Fríjol, hortalizas e
inclusos carnes, lo que anunciaba un buen inicio económico a la
comunidad. Se ha visto en esta comunidad las ideas de Kropotkin, en
donde se ejercía una democracia social tranquila y directa, los jefes
zapatistas tenían prohibido imponer su voluntad sobre los pueblos, no
había policía estatal, ni imposiciones verticales de cualquier orden
políticas o ideológicas. Emiliano Zapata y sus grandes hombres habían
restablecido la igualdad entre los hombres de Morelos y más aun, lo
habían logrado en la Cd. de México la cual bajo la administración
zapatista gozó de orden y servicios públicos adecuados, lo que se debió
a la cooperación entre gobierno y trabajadores.
La organización de
los pueblo para restablecer el orden, la economía y la política durante
1915 y 1916, y no sólo eso sino que se abrió a otros grupos políticos
como grupos sindicales como la Casa del Obrero Mundial, en febrero de
1916 una delegación de 11 miembros de la COM expresaron al general
Emiliano Zapata su voluntad de cooperar en la formación de una posible
coalición de gobierno, afirmaron su apoyo con huelgas tanto en México
como en Pachuca e Hidalgo al mismo tiempo que contaban con el apoyo de
los ferrocarrileros. Es importante decir que la clase obrera se estaba
desarrollando fuertemente, existía un fuerte número de obreros
dispuestos a apoyar los ideales zapatistas e iniciar una expansión de
sus ideales. Al mismo tiempo que los zapatistas recibieron buena
acogida por parte de la iglesia, principalmente del nuevo vicario
general Pedro Benavides. El número de grupos que deseaban adicionarse a
los zapatista fue grande y se expresa en el Manifiesto a la Nación de
1916, suscrito por 38 generales de diferentes zonas del país. Se dio
marcha en materia de derechos políticos a las demandas más frecuentes:
a) pasar del voto indirecto al voto directo y abolir la reelección, b)
derecho a la asociación, c) derecho al trabajo, d) el derecho a Huelga
y boicot, f) el seguro de trabajo, g) la jornada de ocho horas, h) el
salario indexado al costo por regiones y i) la abolición de jornales
pagados con vales o a través de tiendas de raya. En lo económico se
garantizó una libertad económica individual garantizada con una
legislación antimonopólica, al tiempo se procuro una equidad fiscal con
la introducción de impuesto progresivo y la eliminación del impuesto
sobre el consumo. La conglomeración de los ideales zapatistas estaba
dando resultado en la población y poco a poco los zapatistas pasaban ya
a conformar un modelo necesario para la justicia, originado gracias a
la Revolución Mexicana.
Culminación de Emiliano Zapata
“Debo
decirte –confeso Zapata a Robledo- que no veré terminada esta
revolución porque las grandes
causas generalmente no las ve terminar quien las inicia,
prueba de ello es el cura Hidalgo.” Emiliano Zapata

La coalición popular estremecía a los iconos sobrevivientes
(hacendados), Madero un hacendado había fracasado en su intento de
democratizar México, Victoriano Huerta cayó gracias a las fuerzas
villistas que sin ellas no se hubiese derrotado. Pero aun quedaba
Venustiano Carranza un poderoso hacendado quien elaboró El Plan de
Guadalupe en su hacienda del mismo nombre, allá en el Municipio de
Ramos Arizpe, Coahuila. En él Carranza expresa su propia lucha y bajo
sus propios fines. Al percibir éste el peligro que representaba la
coalición democrática y el fuerte auge zapatista, decida eliminar de
una vez y para siempre a los zapatistas. Es así como Carranza concibe
dar inicio a una fuerte represión para frenar la lucha social, cuando
los carrancistas ocuparon la plaza de la Ciudad de México, los obreros
lanzaron la ofensiva prometida a los zapatista, la Federación de
Sindicatos convoca a Huelga. Pablo Gonzáles informó a Carranza de las
intenciones de los huelguitas de obstruir la obra del gobierno,
inmediatamente declara la pena de muerte para los huelguistas, con base
en la ley de 1862, y encarceló a los líderes. La represión estaba
aflorando los proyectos de Carranza fueron dos: a) la primera de
carácter militar directo contra los zapatistas en Morelos, cuyas
cosechas fueron incendiadas para obligarlos a retirarse y b) de
naturaleza político-militar contra el sector obrero. Todos estos
triunfos de Carranzas pueden ser explicados desde un punto de vista
económico ya que él poseía aun los ingresos del henequén, el petróleo y
las aduanas lo que le permitió una solvencia económica. La batalla se
había radicalizado hacia las asociaciones de lucha social y
anarquistas, pero principalmente se planeo el asesinato del General
Emiliano Zapata. El exterminio en Morelos fue llevado a cabo por Pablo
Gonzáles quien empieza avanzando sobre la capital sin encontrar
indicios de resistencia, entonces la convención antes establecida en
Cuernavaca empieza por moverse hacia Jojutla y los zapatista inician la
defensa de Cuernavaca sin resultados positivos. En Junio de 1916 se
tomo por asalto Tlaltizapan manteniendo la estrategia de concentrar
pobladores, se deportaron familias enteras, se asesinaron a quienes
tenían vínculos con los guerrilleros y se da inicio a la leva. En
noviembre se llevaron elecciones en todo el país para integrar un
congreso constituyente resultado del ideario de Venustiano Carranza.

El pueblo morelense se encuentra en crisis, el ejercito lo ha culminado
todo y para remate las epidemias causan fuertes bajas demográficas,
para 1917 Zapata resiste e inicia la reconstrucción del orden, pero las
rencillas entre los primeros jefes se hacen presente y ese mismo años
es ejecutado el profesor Otilio Montaño por incitación de Palafox. Para
1918 Zapata acepta aliarse con Obregón a cambio del reconocimiento del
Plan de Ayala, lo que abría a los zapatistas a un proyecto nacional,
creando coaliciones populares como antes de la intervención de
Venustiano Carranza. El pacto con Obregón preocupo a Carranza quien
lanza una ofensiva para eliminar de una vez y para siempre a Emiliano
Zapata, y para este procedimiento se requirió a Jesús Guajardo quien se
diferenció por su crueldad en la toma de Tlaltizapan en 1916. La
oportunidad de un engaño para asesinar a Zapata se hizo presente y
Guajardo asumió el papel de resentido por el castigo que Gonzáles
asigna ante un desacato en marzo de 1919. El rumor corrió hasta las
filas de los zapatistas, Zapata buscaba su apoyo y es aquí cuando el
gobierno planea su asesinato, Zapata se entrevista con Guajardo y éste
ultimo lo cita el 9 de abril para suministrarle armamento, El general
Emiliano Zapata perderá la vida el 9 de abril de 1909 en la Hacienda de
Chinameca. El primer héroe campesino, el impulso de la revolución
sureña, el acicate de la justicia, el incorruptible, había muerto para
convertirse en un mito entre los campesinos morelenses.
La muerte
de Emiliano Zapata freno los intereses de las masas, aquellos que por
segunda vez levantaban la voz, primero contra los peninsulares en 1810,
y en 1910 contra la elite burguesa. Venustiano Carranza había triunfado
y lo demostró con su triunfo presidencial sueño que le durara poco, la
lucha de los demás zapatista prosiguió con los ideales del Plan de
Ayala, acción que les conllevara décadas, en un proceso de transición
de la lucha armada a la lucha democrática. El trabajo del General
Emiliano Zapata posee un valor fundamental y podemos ver que parte de
su ideario político dio vida a la constitución del 1917 plasmando así
los artículos 3° y 27° dichos garantizan la educación, el ejido, el
trabajo, la justicia y la libertad.




REVOLUCIÓN MEXICANA EN MORELOS
Entre 1910 y 1920 México fue sacudido por una serie de luchas y revueltas conocidas como revolución mexicana, que intentaron transformar el sistema político y social creado por Porfirio Díaz. La revolución mexicana, que contribuyó a formar el México contemporáneo, no tuvo un carácter homogéneo, sino que consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos, protagonizados por distintos jefes políticos y militares que se fueron sucediendo en el gobierno de la nación. En sus orígenes, las primeras tentativas revolucionarias, inspiradas por Francisco I. Madero, pretendían el derrocamiento de Porfirio Díaz, que se había mantenido en el poder durante más de treinta años. Tras el triunfo de los maderistas, la necesaria reconstrucción del país se vio dificultada por las disputas entre las propias facciones revolucionarias.

Después del asesinato de Madero, hubo nuevas luchas en las que triunfó Venustiano Carranza, quien promulgó la constitución de 1917, paso decisivo para la organización del estado posrevolucionario. No obstante, los sectores más radicales de la revolución mantuvieron la lucha hasta 1920.

La revolución maderista La revolución mexicana nació en un panorama de insatisfacción contra la política elitista y oligárquica de Porfirio Díaz, que había favorecido a los estamentos más privilegiados, sobre todo a los terratenientes y a los grandes capitalistas industriales. Si bien el país gozaba de prosperidad económica, las continuas reelecciones de Díaz causaban insatisfacción política entre las nacientes clases medias, en tanto que los beneficios de la prosperidad no habían alcanzado a los grupos más pobres de la sociedad.

Madero, un rico terrateniente del norte del país, propuso una fórmula de compromiso político según la cual Díaz mantendría la presidencia y aquél, desde la vicepresidencia, iniciaría un proceso de reforma. Tras el rechazo de Díaz a la propuesta, Madero fue postulado candidato a la presidencia para las elecciones de 1910 por el Partido Antirreeleccionista, que incluía a intelectuales como Filomeno Mata y José Vasconcelos.

Díaz hizo detener a su oponente y se declaró vencedor en las fraudulentas elecciones de junio, pero Madero logró escapar de la prisión y publicó en la localidad texana de San Antonio su célebre plan de San Luis Potosí, en el que denunciaba el fraude electoral e incitaba a la población a que se uniera a una sublevación el 20 de noviembre. Escasos fueron los levantamientos en la fecha señalada, pero el llamamiento contribuyó a alentar la sublevación posterior en diversos puntos de México. En el norte, en Chihuahua, Pascual Orozco y Francisco (Pancho) Villa, con unas tropas improvisadas, empezaron a asaltar las guarniciones gubernamentales; y en el sur, en Morelos, Emiliano Zapata llevó a cabo una sangrienta campaña contra los caciques locales.

Otros focos revolucionarios destacados fueron Sonora, con José María Maytorena, y Zacatecas.

Poco a poco se fue hundiendo el régimen de Díaz, cuyo ejército, dirigido por envejecidos militares, no supo hacer frente a las guerrillas revolucionarias. En la primavera de 1911, tras la caída de Ciudad Juárez, Díaz se vio obligado a renunciar y entregar el poder a Madero.

Presidencia de Madero Después de un breve gobierno provisional, Madero fue electo presidente en octubre de 1911. Inicialmente su régimen fue acogido con entusiasmo por el pueblo, pero pronto se vio enfrentado al descontento de los campesinos, que reclamaban una reforma agraria, y al de los hacendados, que deseaban sofocar el radicalismo de los seguidores de Zapata. En noviembre de 1911, éste se rebeló contra Madero en Morelos a causa del retraso en la restitución de las tierras a las comunidades indígenas, punto que se había acordado en el plan de San Luis. Asimismo, Orozco optó en Chihuahua por la lucha armada ante la resistencia a poner en marcha la reforma agraria y nacionalizar el ferrocarril.

Por otro lado, los sectores fieles al derrocado sistema porfirista, y los Estados Unidos, que veían peligrar sus intereses comerciales y petrolíferos, también contribuyeron a desestabilizar el gobierno maderista.

Las tensiones llegaron al límite cuando estalló la revuelta de Félix Díaz, sobrino de Porfirio Díaz, que se enfrentó con las tropas federales del general Victoriano Huerta en la misma ciudad de México. El 18 de febrero de 1913, después de nueve días de bombardeos, conocidos como "la decena trágica", Huerta y Díaz se entrevistaron con el embajador estadounidense Henry Lane Wilson, y los tres concretaron un pacto contra Madero. Huerta asumió la presidencia de México y detuvo a Madero, que fue asesinado a los pocos días.

El gobierno de Victoriano Huerta Las primeras medidas del nuevo presidente, tales como la prohibición de la libertad de prensa, la eliminación de destacados revolucionarios y la persecución de los movimientos obreros, contaron con el apoyo de los sector

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